El amor en tiempo de virus (XXV): Una alucinación muy fructífera

Sara siguió desahogándose sentada en el suelo como, si en lugar de su rehén, yo fuera una antigua amiga recién reencontrada en una cafetería. Debido al efecto de la droga, vi su rostro mutar en múltiples formas, por lo que conversé con un bebé elefante, un rosal milenario, un teléfono antiguo y una naranja. Todos con mascarilla.

Cuando la ruleta de las visiones se detuvo en una rata con sombrerito verde y mascarilla azul, sentí por fin el impulso de preguntarle… Todo.

Dado mi estado de intoxicación, no puedo asegurar qué partes de la confesión de Sara fueron escuchadas y cuáles alucinadas, por lo que les corresponderá a ustedes hacer las averiguaciones pertinentes. De entre todas las dudas que me apresaban tanto como la enfermedad, considero la siguiente trascendental para la investigación de este extraño episodio de mi vida:

―Ratita…

―¿Cómo?

―Sarita… ¿Cómo puedes amar a un psicópata de tal calibre? No lo digo solo porque me tenga a mí secuestrada y agonizando… ¡Quería asesinar a grupos de personas, comenzando por las discapacitadas, como hicieron los nazis! ―tuve que parar a coger aire― ¿Cómo puedes seguir con él sabiendo esto?

Sara (con cabeza de rata sabelotodo) pareció titubear unos segundos antes de contestar:

―Es que no quería matar a nadie, Aurora. Seguiste sus miguitas de pan como… ¿quién era? ¿Garbancito?

―Pulgarcito.

―Da igual. Creíste todo lo que él quería que creyeras. Te preparó con sus discursos, te tentó cuando se enfadó porque intentabas subir las escaleras, te confundió con la llave en maceta, con las tazas… Y yo, perdona, solo tuve que fingirme enferma y nombrar la caja que guardaba para que encontrases la libreta y las tarjetas con nombres de mujer… Y eso que, aparte de ti, no ha habido ninguna otra…

―Hasta ahora.

No quise ser tan cruel. Además, no me convenía si quería que me siguiese respondiendo. Pero, al mismo tiempo, no podía evitar querer abrirle los ojos. Lo necesitaba tanto como… saber la verdad.

Ilustración de @monschi_art

Deja un comentario si te da por ahí